oruga procesionaria: cómo proteger a perros y gatos
Peluda, reptadora y muy peligrosa para perros y gatos. Así es la oruga procesionaria del pino, técnicamente llamada Thaumetopoea pityocampa, un lepidóptero transformado en plaga, que ya pasea a sus anchas por las zonas de bosque en Galicia.
"La procesionaria es muy peligrosa para perros y gatos debido a los pelos que recubren su cuerpo y que provocan una reacción alérgica fuerte, incluso necrosante, con muerte de tejidos". Cuando se siente amenazada emite los pelos urticantes al aire. Los cachorros incluso las tocan con la lengua.
¿Cómo sé si a mi perro le ha picado la procesionaria?
Nuestros amigos peludos resultan especialmente vulnerables al contacto con la procesionaria, ya que les gusta olisquear y rastrear el suelo en busca de olores; un comportamiento natural en los perros.
Por eso, es importante reconocer los síntomas. "Lo más frecuente es que provoque un exceso de salivación en nuestro perro y dolor, sobre todo, si ha habido contacto con la boca, la lengua o la saliva"
Qué hacer si la procesionaria pica a tu perro
De febrero a abril, el consejo es intentar evitar los paseos con el perro por zonas de pinos. En caso de que esta opción resulte complicada, hay que llevar con nosotros una botella con agua, que tenga un tapón con agujero, para poder expulsar el agua con más fuerza.
"Si sospechamos que nuestro perro ha tenido contacto con la procesionaria, lo primero es lavar la zona o boca muy bien con agua, por presión, sin frotar, para que el ataque desaparezca o, al menos, disminuya".
Si es en la lengua, podemos derramar agua, y deslizar la mano hacia el exterior. Después, conviene ir al veterinario para que pueda darle tratamiento que frene la reacción, si lo necesita.