La rabia, por su gravedad, es considerada como una de las zoonosis (enfermedad transmitida de animales a personas) más importantes en el mundo y una enfermedad mortal para la que no existe tratamiento. Todo caso de mordedura por un animal doméstico o salvaje debe ser investigado.
España no está libre de riesgo. La entrada y/o comercio de animales menores de 3 meses sin vacunar procedentes de países de UE y la cercanía geográfica con el norte de Marruecos, países en los que la rabia es endémica suponen un riesgo sanitario. Ante esta situación, la OMS recomendó el 25 de junio de 1996 que España no dejara de vacunar a perros y gatos bajo ningún concepto.
Actualmente, la vacunación es la única vía para proteger a nuestros animales y a nosotros mismos, por lo que la concienciación social de sus consecuencias es crucial para proteger la salud pública.
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